jueves, agosto 10, 2006

PASIONES


El otro día una amiga me pidió que le recomendara un libro. Falta que alguien te pregunte para que no recuerdes ninguno en ese instante. Haciendo memoria, recordé La Pasión Turca ( Antonio Gala) que me había gustado mucho en su momento. Ella se extrañó y me dijo que no me pegaba que me gustasen las historias de amor (¿por qué pensará que a mí no me pueda gustar un libro de amor???) , a lo que le contesté: "no te equivoques, no es una historia de amor, es una historia de pasión".

Hay quién confunde pasión con amor, siendo dos cosas muy diferentes.
En el amor, bien entendido, la pasión es fundamental pero también es necesaria la comprensión, la complicidad, el respeto y el cariño. En cambio, para que haya pasión no hace falta que haya ni una mácula de amor.

Ni mucho menos voy a afirmar que entre dos personas enamoradas no exista la pasión, pero si que ésta en esos casos nunca se dará en estado puro sino que vendrá complementada con otros sentimientos.

Una pasión al 100x100 se alimenta del deseo, el morbo, la incertidumbre, la atracción y los celos. Es mucho más carnal, irracional, sexual y desbocada. No deja lugar a los sentimientos. No me imagino enamorándome de una persona que no me parezca maravillosa, pero puedo volverme ciega de pasión por alguien que en circunstancias normales, ni siquiera me caería bien. Es un instinto primitivo, en el que olvidas cualquier tipo de convención social o moral, da igual quien eres, lo que te conviente o lo que quieres.

Aunque nos sea fácil imaginar a una persona impulsiva y alocada dejándose llevar en un caso así, los peores son los reflexivos, serios y responsables, ya que una vez que caen en esas aguas es muy difícil verles salir. No será la primera vez ni la última que un matrimonio bien avenido se rompe porque uno de los cónyugues lo ha dejado todo para liarse con otro hombre o mujer que no tiene nada que ver con su manera de ser, ni con su entorno, y que aunque todo el mundo sabe que no saldrá bien, él o ella saltan al vacío sin paracaídas y sin importarles lo más mínimo el resto del planeta.

La pasión es el deporte de riesgo más extremo, sentimentalmente hablando. Pero claro, es la emoción más intensa, pero también la más peligrosa porque el golpe puede ser tremendo. No olvidemos que pasión en origen significa padecimiento. Y es ello lo que la hace tan atractiva, como en el sexo, lo placentero y lo doloroso rozan límites cercanos. Las grandes pasiones de la historia, como muy bien cuenta Rosa Montero en su libro Pasiones, están marcadas por el odio. Ver a tu amante como un rival, los encuentros amorosos como batallas y un final de la historia en las que salir victorioso por encima del contrincante. Y si no que se lo digan a los poetas Verlaine y Baudelarie, un claro ejemplo de ni contigo ni sin ti, que acabaron su historia amorosa a tiros.

Eso que cantaba Sabina de " el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren" sería aplicable en este caso. Lo emocionante, lo intenso, lo salvaje de una pasión no sobrevive nunca a la rutina. No tendría sentido. Por eso hay intrépidos amantes que tras una aventura necesitan otra, porque no se conforman con que la adrenalina vuelva a sus cauces y su cuerpo ya no sienta esas descargas de lujuria. Así las pasiones aunque intensas, no pueden durar una vida.

Para no ponernos trágicos hay que reconocer que alguno de estos affairs salvajes y alocados, no acaban en ruptura. Eso sí, normalmente convirtiéndose en bonitas (o anodinas) historias de amor. Si no alguno no sabe como termina, lo siento, pero no os voy a desvelar el final de La pasión turca, os toca leerla o ver la película (que, por cierto, no me gustó nada).

A pesar de todo lo dicho, yo recomiendo a todo el mundo que, aunque sea una sóla vez en su vida, se deje llevar por este sentimiento. Aunque salgas malherido nada de te puede hacer sentir más vivo que una historia apasionada.
Fotografía de Helmut Newton.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha parecido una fantástica reflexión. Estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes y me he imaginado situaciones propias mientras leía.

La pasión es una tentativa que no escapa al deseo ni de los más castos.

Un beso

Anónimo dijo...

Yo siempre me dejo llevar por la pasion, siempre debes asumir las consecuendias de ello, pero si eres capaz de no quedarte con los esqueletos en el armario siempre tendras experiencias muy fructiferas e historias que no se olvidan!