domingo, octubre 15, 2006

No me des tormento


No me des tormento,
que mi alma está quebradiza por momentos
y mis suspiros encedidos por el desaliento.
Por eso te lo ruego,
por favor,
no me des tormento.

Serie ESPACIOS VACÍOS
Imagen: Tears de Man Ray

sábado, octubre 14, 2006

Lánzate.

Estaba sorprendida. Nunca imaginé llegar tan lejos. Por primera vez en la vida había conseguido acallar por un momento esa voz insistente que salía de mi cabeza y que me gritaba PIENSA en todo momento.
Quieta y silenciosa mientras mis ideas giraban entorno a mi cuerpo vi su mano frente a mi rostro. El agua de la piscina permanecía estancada y reluciente ante mis ojos, reflejando tímidamente un cálido sol de otoño.
La mano me indicaba que me acercara pero mis miembros no acertaban a generar ningún movimiento. Entonces la voz volvió con más fuerza gritándome ES UNA LOCURA ¿POR QUÉ LO HACES? y mis labios tímidos replicaron que no. Una mirada que era un por qué obtuve como única contestación.

Me estoy perdiendo. No, nos estamos perdiendo juntos, no tengas miedo. La voz se quedó muda de repente y asiendo su mano me acerqué al borde de la piscina. No hizo falta hablar, no fue necesario ningún gesto para que nos lanzásemos al unísono. El agua fría de octubre cubrió todo mi cuerpo fluyendo a mi alrededor, acallando mis pensamientos y otorgándome una inesperada sensación de libertad. Recuperé la conciencia de mis músculos que comenzaron a moverse inquietos para proporcionar un poco de calor a mis venas. Entonces lo vi, callado, mirándome fijamente. Antes de que él se acercara a mí de nuevo, nadando sinuoso, mi último pensamiento fue "un momento de felicidad bien vale una pulmonía".


Serie LA VIDA EN UN INSTANTE.
Imagen: David Hockney "The bigger splash"

sábado, octubre 07, 2006

noche vacía


Hoy he amanecido cansada, dolorida, exhausta. Esfuerzo de titanes levantarse de la cama con un cuerpo hueco sacudido por el dolor.
Hoy he despertado y mis sábanas pálidas estaban impregnadas de un rojo carmesí, sangre que tiñe una noche vacía.
Hoy me he levantado y me he econtrado al otro lado del espejo con mi cara demacrada blandiendo una irónica sonrisa.
Hoy he descubierto tras una larga vigilia que a veces es necesario sentir dolor para recordar que estás viva.

Serie CLAROSCUROS

viernes, octubre 06, 2006

PRISIONERO

Y mi boca
llena de silencio.
Y mi alma
vacía de aliento.
Y busco
algún motivo
por el que frenar
esta pasión
amor
sentimiento

que arrasa mi corazón.
Y no encuentro
motivo
culpa
resentimiento .
Y mis abrazos
ya no te encuentran.
Y mis labios
mueren yermos.
Y tú, eres libre,
y yo, por siempre,
de ti prisionero
.

Serie CLAROSCURO

miércoles, octubre 04, 2006

Suerte



Hay quien asevera que la suerte no es importante en la vida. Otros afirman que la suerte es algo que se busca. Para Rosa la suerte es algo aleatorio, caprichoso y desconocido. Juegas con las cartas que tocan, a veces tienes la oportunidad de remontar una mala partida, pero otras no te queda más opción que descartarte directamente y abandonar a la primera. Para ella no era otra cosa que mala suerte el que cuando ella tenía sólo 20 años su madre fuera una anciana de 45 anclada a una silla de ruedas y, como la vida siempre puede reírse un poco más de nosotros, que con 22 años pasara a tener a un bebé adulto que no podía ni siquiera comer por sí mismo.

Nunca olvidaría el olor de su madre convaleciente en la cama. Cuando entraba en su habitación sus sentidos se topaban con un muro olor, una mezcla a partes iguales de fragancia caduca de medicamentos y esencia de jazmín. Su padre se encargaba de que nunca le faltase el perfume a su madre. También se dedicaba a supervisar de que religiosamente fuera una peluquera todas las semanas a arreglarle el pelo a su mujer. Incluso, hubo veces, que se empeñó en que la maquillara en un último esfuerzo para poder recordar la belleza perdida de la chica de la que se enamoró un día dos décadas atrás, hasta que Rosa le pidió llorando que no lo hiciera, ya que no soportaba ver a su madre pintada como una muñeca de porcelana demacrada y retorcida. Ésa fue la única concesión que su padre hizo nunca con respecto a su mujer. El padre de Rosa todas las noches cuando llegaba del taller se sentaba a cenar en una mesa junto a la cama de su mujer mientras le hablaba sin cesar. Mantenía un diálogo con un ser atrapado en el silencio, pero a él no parecía importarle. Cuando tomaba una decisión siempre hablaba de nosotros y de hemos decidido. Rosa no era capaz de concebir una imagen más bella que la de su padre recostado sobre la cama lavando suave y cariñosamente a su esposa con una delicadeza que contrastaba con sus manos toscas y sus uñas teñidas de negro por la grasa. Era una escena que le llenaba de felicidad y de temor al mismo tiempo, ya que sospechaba que ese amor inmortal que su padre profesaba hacia su madre se iba convirtiendo día a día en una obsesión. Ella nunca le reprochó que fuera mejor marido que padre, e incluso llegó a desear secretamente que se fijara en cualquier otra mujer y que saliese de ese micromundo de fantasía que había creado de puertas para dentro de su casa, pero nunca sucedió. Su padre nunca tuvo ojos para nadie más que no fuera su linda novia.

La bajada en la escalera de la fortuna no tiene fin hasta que no llegas al mismísimo infierno, y ella comenzó un descenso en picado conforme la obsesión de su padre iba creciendo. Cuando su madre empeoró Rosa, sin quererlo, empezó a hacer planes de un modo involuntario. Por grande que fuera el dolor que sentía y a pesar de su voluntad, su imaginación se escapaba de las cadenas que ella soldaba, volando libremente hacia caminos desconocidos. La pérdida de unos es la ganancia de otros. Conforme la vida de su madre se iba apagando, las ilusiones de ella iban rebrotando. Día a día comenzó una lucha interna en la que el sentimiento de culpabilidad todo lo envolvía, al despuntar destellos de esperanza alimentados por la agonía de quien le dio la vida.

A veces, Rosa piensa en lo difícil que podría llegar a ser la vida con un ser que depende de ti emocionalmente después de que éste haya perdido lo que más quería en su vida. Lo piensa pero no lo llegará a saber nunca ya que su padre no le permitió vivir encadenada a otro ser dependiente. Y mientras todo el mundo le mira con cara de lástima en un funeral doble, ella se siente culpable al pensar que a lo mejor toda la mala suerte de su pasado puede que se convierta en la fortuna de su futuro.

Serie ESPACIOS VACÍOS

Imagen realizada por Jore.

Podéis ver una muestra de sus trabajos en : www.fotolog.com/liberatore

lunes, octubre 02, 2006

Mi bella Lola

Lola tiene 17 años, unos ojos pardos inmensos y las mejores notas de toda su clase. Su sueño es estudiar derecho. Aunque no lo sabe, llegará un día a ser juez, ya que tiene el sentido de la justicia arraigado en lo más hondo de su ser. Lola es inteligente, locuaz y divertida, tiene amigos y familia, pero se siente sola y vacía.

Lola se mira al espejo desnuda y mil agujas se clava en su pecho. Aborrece el reflejo que se ofrece a sus ojos. Cuando pasea por los pasillos del instituto mira con envidia a las chicas con formas sinuosas, gordas o flacas, altas o bajas, y le dan ganas de gritarles, no sabéis lo afortunadas que sois. Lola sueña con una belleza que nadie le ha otorgado. Imagina un cuerpo que no es el suyo mientras acaricia su rostro, demacrado por una pubertad que no ha solicitado y un vello que destroza la armonía de sus facciones. Lo que para muchos es la transformación a mariposa, para ella se está convirtiendo en metamorfosis hacia un ser monstruoso en el que no se reconoce.

Lola sabe que puede superar el dolor físico, puede luchar contra la incomprensión, pero no se ve incapaz de saltar la barrera del rechazo. Todavía no es consciente de que tendrá que dar las gracias a todos aquellos no van a creer en ella, gracias a todos los que esperarán verla fracasar, a los que no la comprenderán y a los que no la apoyarán, que serán muchos. Tendrá que dar las gracias, incluso, a todos los que la marginarán, insultarán y despreciarán. Y lo tendrá que hacer, porque sin su inestimable ayuda será incapaz de superar todos los obstáculos que le esperan. Lola es una mujer fuerte a pesar de juventud, una luchadora incansable, que va a hacer de sí misma la mujer que siempre ha querido ser.

Lola, sabe quién es y cómo se llama, a pesar de sus 17 años, de su incipiente barba y de su DNI, donde se lee José Alberto, varón.
Serie ESPACIOS VACÍOS