Olvida la realidad. Esta noche no existen calles más allá de las líneas que surcan tus manos, no hay mas luces que las que encienden las miradas furtivas, no hay más dirección que la que me lleva a refugiarme en tu cuerpo. Esta noche el mundo, se acaba en una persiana entornada.
Olvida el corazón. Esta noche no existen los lamentos, las excusas piadosas ni los miedos inútiles. Hoy no hay lugar para la pornografía sentimental, los sucedáneos de romanticismo ni los intentos fallidos de happy end. Hoy sólo queda sitio para pecados clandestinos, caricias deshonestas, besos con sabor a látex, dos alientos entrecortados y algún fetichismo improvisado.
Olvida la razón. Esta noche no existen los motivos, ni las justificaciones, ni los porqués ni las razones. En esta tenue oscuridad borramos nuestro pasado y nuestro presente, y nos abandonamos al deseo: simple, primitivo y oscuro.
Fotografías de Nobuyoshi Araki
1 comentario:
Esa proposición que le haces... me ha parecido magnética y atrayente.
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